Soy dietista-nutricionista por vocación.
Una apasionada de todo aquello que tiene que ver con la alimentación humana y su relación, no solo con la salud, sino también con el componente hedónico que ésta nos aporta a través de los sentidos. Porque… ¿por qué quedarnos solamente con una parte (salud) cuando podemos tenerlo todo (salud mientras disfrutamos)? Solo necesitamos saber cómo hacerlo y aquí es donde mi papel como nutricionista entra en juego.
Cuando cursaba mis estudios de historia del arte, desmotivada porque era una carrera que no se ajustaba a lo que yo realmente tenía como propósito vital: dedicarme profesionalmente a ayudar a las personas, tuve una revelación. Me parecía increíble cómo los alimentos podían impactar de manera tan directa y relevante (tanto positiva como negativamente) en nuestra salud y que ésta se pudiera utilizar como tratamiento para la mejora de síntomas o enfermedades concretas, como factor preventivo de enfermar y mortalidad o como herramienta moduladora de la energía y la recuperación muscular en el deporte. No dudé en dejar el arte para poder cursar los estudios universitarios de Nutrición Humana y Dietética en la Universidad de Barcelona.
Y aquí estoy, sintiéndome muy afortunada de poder dedicarme profesionalmente desde hace más de 10 años a mi pasión: conseguir que la alimentación saludable de mis pacientes sea un hábito de vida y no un sacrificio que los encadena a restricciones, prohibiciones y pasar hambre.